Tres semanas después, el Getafe volvió ganar para empezar a respirar. Estos tres puntos separaban al equipo de José Bordalás del abismo y al final, frente a un Elche muy tocado, eligió salvación con la primera pequeña aportación de Takefusa Kubo y Carles Aleñá.
El canterano del Barcelona fue titular en su primera oportunidad, el extremo del Real Madrid apareció desde el banquillo. Y los dos dejaron su sello a un Getafe que se sabía falto de calidad arriba. Queda mucho, pero ambos demostraron que sus llegadas al Coliseum tenían sentido.
No fue al sur de Madrid, sino en el Martínez Valero de Elche donde llegó su debut. El equipo de Jorge Almirón también tenía necesidad extrema, podía abandonar la zona de descenso y calzarle el marrón al Getafe, pero se acabó cayendo pese a empezar ganando.
Fue bueno el inicio ilicitano. A los cuatro minutos, Raúl Guti ponía el 1-0 en el marcador tras un balón perfecto de Barragán en una jugada rápida. La manera de empezar era inmejorable, sin embargo el conjunto azulón recuperó el sitio, llevó la iniciativa y acabó imponiéndose.
Aleñá avisó tras un buen centro raso de Cucurella, inconmensurable, y fue el propio banda izquierda getafense el que puso el 1-1. Francisco Portillo recibió tras una acción bien hilada de izquierda a derecha, colgó el esférico al segundo palo y ahí apareció el '15' para cabecear a gol.
Curiosamente, el Elche pudo irse ganando al descanso. Pere Milla embocó completamente solo a gol. Estaba claro... pero no. Rubén Yáñez se abalanzó abajo, felino, para emular a Casillas contra Perotti y sacarle sobre la línea el 2-1.
Seguramente esto afectó a los de Almirón, que tras el descanso se encontraron con la expulsión de Marcone por doble amarilla. Era el 52' y con toda la segunda mitad por delante, el Elche no pudo aguantar el tirón. El Getafe impuso su ley en el Martínez Valero.
Con la entrada de Takefusa Kubo, el ataque getafense se reactivó. El japonés revolucionó con diagonales desde la derecha y en una de ellas probó el disparo. La fortuna le sonrió al Getafe, porque el rechace de Rubén le cayó a Jaime Mata para que hiciera el 1-2.
Ahí el Elche pareció entregar definitivamente la cuchara, aunque el marcador seguía siendo ajustado hasta que llegó el penalti. Verdú placó a Ángel en un centro y el delantero se encargó de convertir el tercero, el de la tranquilidad, para un Getafe que huye del peligro y mete en más problemas al Elche.