El superintendente de fútbol de Santos, Paulo Autuori, garantizó que Cueva irá con su selección para el doble amistoso contra Uruguay en octubre y que durante ese periodo definirán "con el departamento jurídico" cuál será la suerte del futbolista en la entidad brasileña.
"Tenemos que tener cuidado porque él es patrimonio del club", aseguró en una rueda de prensa el directivo, quien informó que el centrocampista "no está entrenando con el grupo".
Cueva llegó este año a Santos, procedente del Krasnodar ruso en calidad de cedido, pero con una opción de compra obligatoria de siete millones de dólares al final de la presente temporada.
Sin embargo, desde el inicio ha contado muy poco para el entrenador argentino Jorge Sampaoli y en las pocas veces que ha tenido la oportunidad de saltar al césped apenas ha brillado.
La gota que ha colmado el vaso ha sido la pelea que protagonizó la semana pasada en una discoteca de Santos, en el litoral del estado de Sao Paulo, con una persona que le recriminó su bajo rendimiento en el equipo.
"Él admitió lo que pasó, que es un error. Poco inteligente es aquel que no aprende de los propios errores, sabio el que aprende con el error de los otros", apuntó Autuori.
El internacional peruano no fue convocado para el partido contra CSA del pasado fin de semana por el Campeonato Brasileño y no lo será en las próximas fechas hasta que se defina su situación.
"Hubo un problema que todos saben y nosotros, de una manera tranquila y verdadera, optamos por una suspensión preventiva. El jugador también está convocado con la Selección Peruana y se presentará allí. Con calma, vamos a resolver esta situación. Él sabe lo que pasó y tenemos las cosas claras", indicó Autuori.
"Tendremos ese tiempo para analizar cualquier perspectiva. Él dijo que también existía la posibilidad de salir para otro club (Goiás, también de Brasil), pero no fue posible por la situación contractual con el club de origen", completó.
Cueva se explicó ante medios de comunicación de su país y aseguró que se "defendió de una agresión" de una persona, que le golpeó "con una botella".
"Y no me voy a quedar de brazos cruzados o esperar a que empiece a sangrar para defenderme", afirmó.