Uno de los últimos partidos de entidad celebrados con público antes del candado al fútbol fue el Liverpool-Atlético de Madrid de Anfield. Según apuntan algunos expertos, el viaje de varios seguidores españoles a la ciudad de los Beatles pudo ayudar, involuntariamente, a la expansión del coronavirus en Inglaterra.
Un estudio de 'Edge Health' publicado por 'The Times' sobre datos del Servicio Nacional de Salud Británico (NHS) dio a entender que aquel choque de Anfield pudo generar indirectamente la muerte de 41 personas entre 25 y 35 días después.
España tenía 640.000 casos positivos el 11 de marzo, siempre según una estimación hecha en Inglaterra, y esa cifra suponía el 640% de la que había en toda Gran Bretaña.
Aunque a la llegada no hubo controles de temperatura ni de salud a los aficionados del Atlético que viajaron a Liverpool, las autoridades inglesas sí que se empeñaron en culpar a los españoles que estuvieron viendo el partido de la espectacular expansión del virus en Inglaterra desde entonces.
"Fue vergonzoso y ahora estamos viendo las consecuencias", llegaron a decir responsables sanitarios de la ciudad, a lo que el alcalde matizó: "No se debió permitir, pero no fue decisión mía".
El partido se jugó ante 52.000 espectadores, de los que 3.000 eran rojiblancos que viajaron desde España. La misma publicación situó a alrededor de 37 muertes en otro de los focos de la pandemia, el festival hípico de Cheltenham.