De la imagen de Leo Messi en el centro del Camp Nou, señalando a esa "copa tan linda" como gran objetivo de la temporada a su fotografía abandonando el Arena Corinthians, con la mirada postrada en el verde tras ser expulsado, ha pasado casi un año. La temporada se alargó para el '10' por la Copa América, y trajo en su recta final hasta tres sonadas decepciones para el argentino.
Para contextualizar, elegiremos los dos últimos meses exactos: del 7 de mayo al 7 de julio, de Anfield a Sao Paulo. Dos ocasiones en las que Messi salió con la cara roja, aunque por circunstancias bien distintas. Hace dos meses ni el propio Messi podía esperar una concatenación de varapalos tan bruscos. Ni mucho menos después del 3-0 en la ida de aquella semifinal.
Pero el Barça, pese a que Messi fue el mejor de los suyos y regaló goles cantados, se vio desarbolado por el Liverpool en una noche que ya es historia de la Champions. La cara del '10' al abandonar el estadio lo dijo todo, incluso se publicó que lloró desconsolado en el vestuario. Una temporada más, cuando más cerca estaba la final, adiós a la Champions.
El barcelonismo 'murió' aquella noche, y con él Messi. Ni el premio de la Copa del Rey que asomó en el horizonte relanzó la moral de la tropa. No había gasolina ni mentalidad para afrontar aquel partido, ante un Valencia que llegó como un tiro. Messi marcó en la final, pero ya era tarde. Los de Marcelino dejaron al Barcelona sin otro título y lamiéndose las múltiples heridas.
Le quedaba a Messi la Copa América, su enésima oportunidad de conseguir algo grande con la 'Albiceleste'. Como siempre, Argentina llegó como favorita al título, aunque las dudas en torno a la convocatoria de Scaloni no disminuyeron. Sin un Messi estelar, Argentina llegó a colarse en semifinales. Esperaba Brasil, la anfitriona y gran favorita.
Ganó la 'Canarinha' en un partido cargado de polémica. Messi explotó ante los medios de comunicación, señaló a la CONMEBOL y se marchó al hotel con un último deber por cumplir: luchar por el tercer puesto. Lo consiguió la 'Albiceleste', aunque Messi acabó en la caseta antes de tiempo por la segunda tarjeta roja de su carrera deportiva. El punto y final a dos meses para olvidar.