Roman Zozulya jugaba en el Dnipro ucraniano cuando en el verano de 2016 el Real Betis llamó a su puerta. Tras varios años en su Ucrania natal, le llegó la oportunidad de jugar en una de las grandes ligas europeas.
Su paso por el Betis fue discreto. De hecho, solo estuvo seis meses en el equipo. Jugó solo seis encuentros, uno como titular. Y en el mercado invernal, en el último suspiro, el Betis acordó con el Rayo su cesión.
Y todo estalló. Era 'vox populi' que su posicionamiento en el conflicto que aún hoy sigue dividiendo Ucrania no casaba con la ideología mayoritaria de la afición rayista.
Los 'Bukaneros', el principal grupo de animación del Rayo, ya de por sí molesto con la directiva del club, cargó frontalmente contra el fichaje realizado. Sus motivos, que "Roman Zozulya es un nazi".
¿En qué se basaban para decir eso? En la ambigüedad que rodea al conflicto ucraniano desde el punto de vista de la Europa Occidental.
December 15, 2019
A grandes rasgos, Ucrania se partió en dos porque mientras unos querían acercar posturas con la Unión Europea, otros preferían que fuera Rusia quien los tutelase. Zozulya pertenecía al primer grupo.
¿Eso le convierte en nazi? No, ni mucho menos, pero su nacionalismo ciertamente bordeaba esas políticas del odio y la intolerancia.
No tardaron en aparecer más fotografías que ponían en duda la versión de los hechos del futbolista. Fotografías bromeando con un marcador de balonesto en el que se podía ver el resultado de 14-88, dos números vinculados a la ideología neonazi.
Fotografías junto a un retrato de Stepan Bandera, nacionalista ucraniano e ídolo de organizaciones de extrema derecha. Fotografías con un batallón de cuestionable ideología al que aparentemente financió con sus donaciones.
December 15, 2019
Fueron muchas y muy variadas las acusaciones que cimentaron su fama extrafutbolística, acusaciones de las que él siempre se defendió alegando ser simplemente un buen ciudadano, un patriota.
Zozulya evitó al Rayo. Y el rayismo evitó a Zozulya. A cambio, se quedó sin jugar lo que restaba de la 2016-17, y ese verano se fue al Albacete. En la visita del cuadro manchego a Vallecas, el ucraniano convenientemente se ausentó.
La pasada temporada fue la diferencia de categoría la que nos privó del 'duelo del morbo', pero en esta, aunque pudo haberse evitado, el Albacete decidió ir a Vallecas con Zozulya. Y lo que ocurrió durante el partido no sorprendió a nadie.
No deja de ser irónico, hasta triste, que el primer partido suspendido en España por los cánticos de la grada haya sido este. Que no se parasen encuentros, ni mucho menos que se suspendieran, en los que se vejó la memoria de personas fallecidas, en los que se entonaron cánticos racistas o xenófobos, y que sí lo haga uno en el que de los cánticos iban dirigidos contra la ideología de la intolerancia.