Lo hemos visto muchas veces. Sutil, priorizando la colocación sobre la violencia y con el interior del pie. Un gol al más puro estilo Kevin de Bruyne.
La manera perfecta de cerrar un partido. El centrocampista del Manchester City, que había regalado tres goles, culminó su exhibición con un bonito pase a la red.
Con 0-3 en el marcador y Escocia reflejando una vez más sus constantes problemas defensivos, tan sólo un balón largo bajado a las mil maravillas por Lukaku sirvió para encarrilar el 'póker'.
El nuevo jugador del Inter aguantó la bola y la abrió hasta el perfil zurdo. Allí apareció el '7', que al primer toque colocó la pelota en la cepa del poste derecho. Tres asistencias, un gol y vuelta a Mánchester.