Bélgica no empezó de buena manera el partido ante la República Checa. Los visitantes no estaban cómodos en el campo y los locales estuvieron cerca de aprovechar alguna de sus ocasiones.
Al final, Provod puso el 1-0 en el 50'. Lejos de arrugarse, los de Roberto Martínez despertaron y diez minutos después igualaron el choque. El encargado de hacerlo fue Lukaku.
El delantero del Inter, que tiene un olfato de gol infalible, aprovechó un pase magnífico de De Bruyne y él solo hizo el resto. Mareó a su marcador con un doble recorte y batió al cancerbero con la izquierda.