Kevin de Bruyne ha dejado claro últimamente que le pesa estar tantos días seguidos en casa. En una entrevista con el medio belga 'HLN', el talentoso centrocampista del City pasó revista a la actualidad.
En la charla, el jugador dio a entender que el coronavirus estuvo de paso por su casa, aunque le esquivó. "Hubo síntomas hace dos semanas. Primero mi hijo pequeño estaba enfermo, luego el mayor y luego mi mujer. No tenemos ni idea de si tenían el coronavirus, pero nos aislamos y ahora todos estamos de vuelta", contó.
Pensando en el futuro, el jugador puso algunos peros a la vuelta del fútbol, por más que lo desee. "Como futbolista, eso no es tan evidente. Estar inactivo durante seis semanas normalmente necesita una preparación de tres o cuatro semanas. Si reiniciamos inmediatamente, todos los jugadores estarán en la enfermería tras algunos partidos. Esa no puede ser su intención, pero hay mucho dinero de por medio...", dijo.
A juicio de De Bruyne, toca hilar fino porque lo que se decida sobre lo que queda de campaña afectará al inicio de la siguiente: "Esperar tanto para tomar una decisión puede causar problemas para la próxima temporada. No es que tengamos unas vacaciones de verano muy largas y podamos posponerlo todo. Lamentaría parar temprano después de una temporada tan buena, pero si evita problemas para el próximo año, debe hacerse".