Messi, Cristiano, Falcao, Negredo, Soldado y Piti. Esa fue la tabla de goleadores en España en la campaña 12-13. Entre tanta estrella, el ex del Rayo asomaba la cabeza y presentaba sus credenciales como goleador.
Apenas cuatro años después, Piti se marcha al Lamia de Grecia, un equipo que acaba de ascender a la Primera División helena y que acumula ya una docena de fichajes. Hasta allí marchará el zurdo de Reus, que con 36 años espera que todavía le quede cuerda para rato.
Fue tras aquella 12-13 cuando el nivel de Piti comenzó a decaer. Llegó, incluso, a entrar en las quinielas para la Selección Española, pero su fichaje por el Granada no cumplió con las expectativas esperadas.
En la ciudad de la Alhambra no convenció, tampoco el equipo, y su regreso al Rayo se convirtió en fracaso. Encontró acomodo en Chipre hasta llegar, seis meses después, a un recién ascendido griego. El mismo hombre que ni un lustro atrás reventaba las redes al ritmo de los mejores.