La gran estrella del Tottenham, que humilló al Real Madrid con un doblete en la visita de los blancos a Wembley (3-1) nació de una pareja un tanto atípica. Kehinde, su padre, un millonario hombre de negocios nigeriano y su madre, que ya había tenido dos hijos más (ambos de distinto padre).
La relación entre los progenitores del 'crack' duró poco y ambos se separaron cuando Dele aún era joven. El chico se marchó a Houston con su padre por la falta de recursos de su madre y acto seguido se marchó a Nigera, pero con 8 años decidió volver a Inglaterra, ya que su sueño era triunfar en el mundo del fútbol.
En su vuelta a Inglaterra, Dele Alli se inscribió en un equipo de Milton Keynes, una ciudad del norte de Londres. A la estrella del Tottenham le tocó vivir en un barrio conflictivo en el que las drogas y las armas estaban a la orden del día. Su madre, con problemas de alcoholismo, también era un obstáculo para que el centrocampista lograra triunfar, pero, a base de constancia, lo acabó logrando.
Eso sí, cuando Alli comenzaba a despuntar en la cantera del MK Dons, ya no estaba cerca de su madre, quien tuvo que abandonarle con 13 años por falta de recursos. Una familia acomodada acogió al centrocampista y, gracias a ello, se acabó centrando por completo en el fútbol y dejó de lado algunas malas influencias con las que tuvo contacto durante su etapa en el barrio marginal en el que vivió.
A partir de ahí, su carrera fue en ascenso. En 2015 firmó un contrato con el Tottenham y se marchó a la capital británica. Según palabras de Denise, su madre, el día que le comentó que fichaba por el Tottenham fue la última vez que le vio: "Él estaba de muy buen humor y me dijo que me amaba ese día. No tenía ni idea de que sería la última vez que le vería. Todavía me deja conmocionada eso".
A día de hoy, ni Denise ni Kehinde guardan contacto con el jugador, que incluso quiso dejar el pasado atrás quitándose su apellido (Alli) de la camiseta, que sólo luce un Dele. "Quiero poder abrazarlo y hacerle saber que todos le amamos. Soy una persona miserable porque me entristece mucho que Dele esté perdiendo a su familia. Se niega a hablar conmigo, pero no estoy interesado en su dinero, lo amaría igual si trabajara en McDonald's. Sólo quiero recuperar a mi hijo", comentó la propia Denise en una entrevista concedida a 'Mirror'.
Actualmente, aquel niño abandonado por una madre alcoholica y un padre que le dio más importancia a los negocios que a él, se ha convertido en uno de los jugadores con más futuro del mundo.