El legado de Cruyff perdurará durante muchos años en 'Can Barça', quizás incluso para siempre. Su idea de entender el fútbol basada en el control y la posesión de la pelota sigue siendo la base del ideal de La Masia, la cuna de los más jóvenes del Barcelona.
Como recuerda 'AS', el fútbol holandés y la 'Oranje' han estado siempre ligados al cuadro 'culé', que siempre se ha sentido identificado con el estilo del que presume el país y, sobre todo, el Ajax. El último caso, el de Frenkie de Jong.
Todo comenzó en 1973, cuando el Barça decidió incorporar a Johan Cruyff. Un nombre que trajo consigo el de Johan Neeskens, que también forma parte de la historia del equipo catalán.
El siguiente fue Ronald Koeman, ya con el propio Cruyff en el banquillo como entrenador. Su gol en Wembley siempre será recordado por los aficionados del conjunto azulgrana. Tras él, Jordi Cruyff y Richard Witschge.
Con Van Gaal como entrenador llegaron otros tantos holandeses. Kluivert y Cocu protagonizaron el aspecto más positivo de ello, mientras que otros como Zenden o Bogarde no llegaron a destacar.
Overmars, Hesp, Frank y Ronald de Boer también contaron con con un papel importante en el Barça. Con Fran Rijkaard en el banquillo firmaron otros como Van Bronckhorst, Davids o Van Bommel.
Hasta De Jong, el último en llegar fue Cillessen, que recientemente firmó con el Valencia. Con Frenkie 'se cierra' un círculo casi infinito de la relación del Barcelona con el fútbol holandés, 48 años después de que Cruyff, maestro y leyenda del club, aterrizara en 'Can Barça'.