El fútbol da muchas vueltas. Filipenko lo sabe de primera mano. Ha tenido que recorrer medio mundo para encontrarse, pero lo ha logrado al fin. Y, como no hay nada como el hogar, lo ha hecho regresando a su país natal en la Liga Bielorrusia. Hoy en día, es clave en el BATE Borisov.
Su aventura comenzó en la temporada 2014-15, cuando abandonó dicho equipo para fichar por el Málaga. Jamás llegó a ser protagonista y no duró mucho allí, así que acabó yéndose a Israel para probar suerte. Le fue bastante mejor, pero tardó poco en derrumbarse.
Primero, se unió al Maccabi Tel Aviv, donde sumó 33 encuentros. Cambió entonces de colores para aportar en el Ashdod, pero no le salió bien la jugada: su participación en partidos se redujo en más de un 50%. Egor necesitaba jugar, y, entonces, volvió a casa.
Nada más firmar de nuevo por el BATE Borisov, se convirtió en un efectivo vital de nuevo. La evidencia es la siguiente: la campaña pasada, rompió su récord histórico de participación a sus 30 años. Lo hizo gracias a que salió al campo 40 veces, todas como titular.
¿Y qué tal le va actualmente? La Liga Bielorrusa está comenzando y sigue siendo protagonista. En la tercera jornada, los suyos derrotaron al Rukh Brest gracias a un gol de Drahun. Él, como de costumbre, lideró la defensa. Ha tenido que pasar por la Costa del Sol e Israel para encontrarse, pero por fin está en su lugar.
April 4, 2020