Cuando mejor estaba River sobre el césped, Athletico Paranense se adelantó en el marcador. Gallardo, que pensó en hacer una modificación, quitó del campo a un De la Cruz desaparecido.
Nada más ver que él era el sustituido, el uruguayo fue directo al banquillo con una cara muy larga. Estaba enfadado y la tomó con Gallardo y Biscay.
El jugador no estrechó la mano a ninguno y el ayudante del 'Muñeco' incluso intentó calmarlo, pero no logró su objetivo. El técnico no lo podía ni creer.