De llegar al Madrid de Zidane y Ronaldo a ganarse la vida de camionero

'Camino a la gloria' tuvo lugar en 2002 y premiaba a un niño de Argentina con un coche, un cheque con una suculenta cantidad y, sin duda, la mejor recompensa: una prueba con el Real Madrid.
El Campo Argentino de Polo, en Buenos Aires, fue el escenario de la primera selección del reality. Centeno logró entrar a diez minutos de que se acabasen las plazas y comenzó a superar las cribas eliminatorias.
A sus 16 años, y tras demostrar en pruebas de 15 minutos su valía, fue nombrado ganador de un concurso que se hizo celebérrimo en todas las casas del país.
"No he podido entrar en Argentinos Juniors… ¿Y voy a pasar una prueba con el Real Madrid?", espetó Centeno con una mezcla de incredulidad y miedo mientras se dirigía en el avión hacia tierras españolas.
El ganador de Camino a la Gloria, Aimar Centeno, se lesionó en su 1º práctica en el Real Madrid. #ChampionsBaldosa pic.twitter.com/V7UUUqV3QY
— En Una Baldosa (@enunabaldosa) 6 de abril de 2016
Al llegar, visitó el Santiago Bernabéu y saludó a Ronaldo, Figo y Zidane, entre otros, una bienvenida con la que sueñan millones de niños de todo el planeta.
Sin embargo, y a solo unos metros de sus ídolos, Aimar Centeno vería cómo su sueño se desinflaba. Fue sometido a una prueba para ingresar en el filial blanco. ¡Pero apenas duró un minuto!
En el primer balón que tocó, puso un centro y notó que algo iba mal. Se rompió, que suele decirse en el fútbol. A partir de ahí, regresó a Argentina y pasó por River, Rosario Central y Chacarita.
Esta fue su última opción de llegar a la élite y, al no lograrlo, tiró la toalla. Ahora, Centeno se gana la vida como camionero desde los 31 años tras haber trabajado como camarero, conserje y tendero.
Al fútbol solo jugaba, al menos hace unos años, como puro entretenimiento con el equipo de su barrio en el que, eso sí, era el 'crack'. Faltaría más. No todos pertenecen un día al Real Madrid.