Una terrible presentación en el Camp Nou no ayudó al centrocampista brasileño, que, sin embargo, se metió a los 'culés' en el bolsillo a base de sacrificio y vocación ofensiva, desatascando al equipo en momentos delicados.
La lesión de Dembélé obligó a Valverde a modificar el esquema, dando entrada a Paulinho en un 4-4-2 que le sirvió al Barcelona para dejar LaLiga prácticamente encarrilada.
Aunque llegó como músculo defensivo para dar descanso a la medular azulgrana, el centrocampista exhibió su talento para aparecer en ataque y ver portería, destapándose como un nuevo truco 'culé'.
Su rendimiento no ha pasado desapercibido para el 'Txingurri', que ha empezado a dosificarle en las últimas jornadas pensando en los próximos compromisos europeos.
Urge recordar que Paulinho llegó de la Liga China, donde el curso empezó en marzo, acumulando muchos minutos en sus piernas que estaban empezando a pasarle factura en Navidades.
Así fue que Valverde optó por dosificarle, dándole la titularidad sólo en tres de los últimos ocho encuentros, pensando en la trascendental visita a Stamford Bridge de Champions League.