Sólo leerlo duele. Hace seis temporadas, con el 'Loco' Bielsa en el banquillo, ante el Zaragoza llegó a jugar durante casi una hora con un desgarro de considerable tamaño en el escroto.
Concretamente, sufrió un gran desgarro "en la uretra distal y tres heridas inciso-contusas en la región inguino-escrotal", según el parte médico, que le obligaron a ser ingresado en la Clínica San Sebastián de Bilbao. Y todo por una fortísima entrada de Paredes.
"La gente se cree que tengo ahí un huevo así (abriendo las manos y haciendo el gesto de un gran tamaño)", bromeó De Marcos, quien reveló algo más jocoso aún: su miedo a contárselo a Bielsa para que no le regañara.
Así que, a pesar de sufrir el percance 15 minutos del descanso, jugó todo lo que quedaba de choque. "Estaba Bielsa y cualquiera le decía algo", arguyó el canterano del Athletic, que intentó remediar la sangre poniéndose ¡papel higiénico! en la zona, a pesar de que ya había visto la envergadura de la herida.
Su fama de tipo duro, por la cual Ernesto Valverde le puso el apodo de Supermán, quedó clara aquel día y sigue muy presente a día de hoy.