La patata caliente que tenía el cuadro amarillo en la dirección deportiva ha terminado en jugada maestra. Per sé, colocar al defensa portugués en un equipo ya se antojaba un milagro habida cuenta de que se trata de una persona en libertad condicional.
Si además de ello tenemos en cuenta que el Villarreal recibirá en torno a cuatro millones de euros, amén de guardarse un porcentaje en caso de una hipotética venta el día de mañana, sonaba imposible, pero este miércoles se hizo ralidad.
Es cierto que la entidad que preside Fernando Roig abonó en su día 14 'kilos', aunque más de uno ya se conformaba con quitarse de encima su ficha.
Rubén Semedo, que llegó al Estadio de la Cerámica procedente del Sporting luso, fue acumulando un escándalo tras otro hasta el punto de pasar 142 días en prisión preventiva la pasada temporada.
Actualmente, sigue esperando que tenga lugar el juicio en el que se le acusa de presuntos delitos de homicidio en grado de tentativa, lesiones, amenazas, detención ilegal, tenencia ilícita de armas y robo con violencia.
La cesión al Huesca en verano no surtió efecto, pero sí la posterior en el mercado de invierno al Rio Ave, donde tuvo minutos y hasta momentos de buen fútbol.
"El club le desea mucha suerte en su nueva etapa profesional", rezaba la escueta nota de prensa de despedida. Eso sí, de puertas para dentro, el mensaje era bien distinto.