Las elecciones están trayendo de cabeza a buena parte del universo Boca. Con Riquelme apoyando la candidatura de Ameal, el oficialismo de Angelici ha perdido una fuente importante de votos.
Uno de los puestos que más en riesgo está es el de Nicolás Burdisso. El director deportivo ha sido clave en la llegada de varios jugadores así como en la de Gustavo Alfaro, actual técnico de Boca.
Fue Burdisso quien se puso a trabajar para conseguir que una figura como De Rossi desembarcase en Argentina. Pero ahora bien, su continuidad en el club podría estar en entredicho una vez que termine su contrato tras la próxima fase de grupos de la Libertadores.
Por otro lado, el directivo también ha estado trabajando las últimas semanas por cerrar la llegada de Paolo Guerrero en el mes de enero. Una operación que se podría ver paralizada por las elecciones, según 'Olé'.
Más claro parece ser el caso de Alfaro. El entrenador 'xeneize' no se mordió la lengua y vinculó su futuro dentro el club al del director deportivo y anunció que se iría si él también marchaba.