A nadie se le escapa que David Beckham tuvo y tiene una de los mejores golpeos de balón que se han visto en el mundo del fútbol. Independientemente de su juego, que a unos gustaba más y a otros menos, estamos hablando de todo un especialista a la hora de poner el balón donde le daba la gana.
Parece que el internacional inglés le cedió estos genes a su hijo Romeo de una forma bastante efectiva. El extremo juega actualmente en el filial del Inter Miami, equipo del que es una pieza importante.
Beckham fue el asistente en los tres goles que anotó su equipo ante el Philadelphia Union II. Estos pases sirvieron para que los de Florida remontasen el 0-2 inicial, en un partido que terminó con empate a tres goles.
No le tembló el pulso ni siquiera en los últimos instantes del partido. De hecho, el tanto de su compañero Borgelin llegó en el 94' para delirio de la parroquia local.