De tener un pie en la salida a curar las heridas

El 'matador', que tuvo un pie en el Atlético de Madrid hace unas semanas, se ha convertido en la única buena noticia de un club que atraviesa un momento febril, carente de certidumbres y colgado del acierto de sus estrellas.

Mientras la sobreactuación de Neymar agita más aun al PSG y Kylian Mbappé pena a emerger como la estrella que es, Cavani se ha recuperado de sus problemas físicos y se revela como un valor seguro.

A sus 33 años, el uruguayo marcó anoche contra el Burdeos su gol 200 con la camiseta del club que le fichó en 2013, y afianzó así su condición de mayor artillero de la historia del PSG.

ADORADO POR LA GRADA

Además, demostró que la comunión con la grada es total y mientras los aficionados del Parque de los Príncipes reservaron algunos silbidos al entrenador, Thomas Tuchel, y mucho escepticismo con el equipo, la ovación al "matador" fue cariñosa, cerrada y firme.

Parece difícil imaginar que el jugador esté viviendo sus últimas semanas en el club, sometido en los últimos meses de contrato a una competencia salvaje con el argentino Mauro Icardi, una situación que no está viviendo con gusto.

Cavani, que también dio una asistencia en la victoria frente al Girondins (4-3) puede dar al equipo la personalidad y el carácter ganador que necesitarán el próximo 11 de marzo frente al Borussia.

Su grito de gol, amplificado por una grada entregada al uruguayo, sustentó una noche en la que el PSG ganó sin lograr apartar las dudas que nacieron en Dortmund el pasado día 18.

LAGUNAS DEFENSIVAS

Contra el Burdeos, las lagunas defensivas fueron inmensas y frente a un rival situado a 30 puntos en la tabla, el PSG se mostró incapaz de controlar el partido, hasta el punto de que el fantasma del empate estuvo presente en el tramo final.

El equipo, además, vio salir por lesión al brasileño Thiago Silva, el pilar de su zaga, y su concurso en la vuelta de la Liga de Campeones queda comprometido. Una baja que se sumaría, si se confirma, a la del italiano Marco Verratti, el patrón del centro del campo, que purgará una sanción.

NEYMAR, EXPULSADO

La guinda sobre el pastel la puso Neymar en el descuento. Rabioso por una entrada rival, el brasileño respondió con otra a destiempo que le valió una segunda tarjeta amarilla, tras la mostrada en el descanso por protestar al colegiado.

La Comisión de Disciplina dictaminará el miércoles si le impone uno o dos partidos de suspensión. En cualquier caso, en medio del carnaval y coincidiendo con el cumpleaños de su hermana, una cita hasta ahora ineludible para el exbarcelonista, los rumores se han disparado sobre si el jugador forzó la expulsión para poder cruzar el Atlántico.

En cualquier caso, Neymar faltará al menos un partido más con el PSG, lo que dificultará el rodaje que el mismo jugador aseguró necesitar tras la lesión que sufrió a principios de mes.

Tras la derrota de Dortmund, el jugador reprochó al club que no le dejara jugar antes de ese partido por miedo a una recaída y eso justificó a su juicio la falta de ritmo que evidenció en Alemania.

Tuchel confesó que contaba con los partidos previos a la vuelta para que su estrella, el jugador más caro de todos los tiempos, recuperara el magnífico estado de forma que había mostrado hasta la lesión.

La sanción puede volver a romper el retorno de Neymar a su mejor nivel y ahora no podrá culpar de ello al club. Al menos el PSG sabe que puede contar con Cavani.