Mediado el encuentro, Roberto Ochoa anotaba el gol del Sant Joan Despí. La jugada no estuvo exenta de polémica. Vino precedido de un saque de banda de los visitantes.
El Atlètic Prat esperaba que les devolvieran el balón, pues lo echaron fuera a propósito para parar el juego, para que se pudiera atender a dos jugadores que chocaron en el córner previo.
Pero el Sant Joan Despí tenía otros planes. De hecho, inició la jugada y tres hombres cabalgaron hacia la meta rival entre el desconcierto de la zaga local.
La jugada terminó en gol y se desató una multitudinaria pelea. Consideraban que habían sido muy antideportivos no solo por no devolver el balón, sino por haber aprovechado la confusión que generó su acción. Y porque el partido estaba para terminarse ya.
Pero esta historia de violencia a erradicar tuvo un final feliz. Con el partido reanudado tras el obligado parón de diez minutos por los disturbios, el Sant Joan Despí hizo algo que no mucho equipos están dispuestos a hacer: dejarse empatar.
Sacó de centro del Atlètic Prat, con el tiempo ya cumplido, y caminó su delantero sin oposición hasta la meta rival y a placer empató el partido. Un bello gesto que trata de enmendar una acción antideportiva que nunca debió haber provocado esta pelea.
[#JOCNET] La @uestjoandespi permitió en el 90' al @AtPratDelta anotar el 1-1. El 0 a 1 motivó una tangana en el Julio Méndez. #2CAT3 pic.twitter.com/gOGOCPZqdE
— RegionalFutbol ® (@regionalfutbol) 15 de octubre de 2016