Dejan Lovren fue una de las figuras del encuentro entre Croacia e Inglaterra en las semifinales del Mundial de Rusia. El veterano zaguero de 29 años se metió con la Selección Croata en la final de la Copa del Mundo, en la que ya le espera Francia.
Tras la agónica victoria sobre los ingleses, Lovren se pasó por los micrófonos de la prensa y no dudó en piropearse a sí mismo por el gran partido que había realizado.
"Llevé al Liverpool a la final de la Champions League y ahora estoy en la final con mi Selección. La gente debería reconocer que soy uno de los mejores defensas del mundo", comentó el zaguero, que parece que no necesita abuela que destaque sus virtudes.