Dani Giménez tomó el relevo de Adán, que fue operado de su pubalgia el pasado jueves, y firmó un duelo sin apenas intervenciones ante un Eibar inofensivo, que terminó levándose el Betis.
Un gran estreno de un Dani Giménez que hasta llegó a portar el brazalete de capitán y mantuvo su portería a cero, haciendo que el Betis no echara de menos a Adán en ningún momento.
Tras el partido, el propio guardameta bético quiso hablar de sus sensaciones sobre el terreno de juego: "Los nervios siempre están, pero me he encontrado bien. Ha ayudado que el equipo está en las últimas semanas espectacular defensivamente".
"Damos sensación de sobriedad. Eso me sirve para crecer. Yo siempre he sido un portero valiente y hubo veces que he pensado en moverme menos para asegurar", añadió.