Alemania es quizá de las tres la que más en serio parece haberse puesto manos a la obra. Continúa Joachim Löw, pero el seleccionador alemán ha iniciado una profundísima renovación de 'die Mannschaft'.
Su decisión de dejar fuera a Müller, Hummels y Boateng, junto a la renuncia de Özil, ha llevado a que sean los más jóvenes los que 'tiren del carro'. Tendrán que ser Sané, Kimmich o Gnabry los que comanden la nueva Alemania de Löw.
Porque la Selección Alemana está en un ahora o nunca. Su tropiezo en Rusia, donde no pasó de la fase de grupos, dejó a Löw más que cuestionado. Otra decepción no sería tolerada.
Algo similar le sucede a Holanda, rival de los germanos el pasado fin de semana. Después de perderse tanto la Eurocopa de Francia como el Mundial de Rusia, a la 'Oranje' le toca reinventarse. Las sensaciones contra Alemania fueron buenas, pese a la derrota.
Peor lo tiene Italia. La 'Azzurra' se quedó sin Mundial en la repesca, y a Mancini le ha tocado la difícil tarea de superar el bache. Buffon, Barzagli y De Rossi dejaron su sitio en la convocatoria, y el seleccionador empezó a meter savia nueva.
Los veteranos que siguen tienen fecha de caducidad. Chiellini no tardará en hacerse a un lado, pero Mancini quiere tener las espaldas cubiertas.
Y qué decir de España. 'La Roja' de Luis Enrique está viviendo su particular revolución. Ante Noruega, sólo cinco de los once jugadores habían estado en Rusia. Piqué, Silva e Iniesta dijeron adiós tras la cita.
Luis Enrique aún no ha dado por cerrado el 'casting', y lleva nada menos que 41 jugadores llamados a filas en sus escasas convocatorias hasta la fecha.