Si alguien pensó que el partido entre Bélgica y Francia estaba visto para sentencia tras el 2-0 de los 'red devils', se equivocó por completo. La recta final del choque fue un auténtico vaivén de ocasiones para ambos combinados nacionales, aunque los galos metieron una marcha más para meterse en la final.
El cuadro de Roberto Martínez estaba teniendo demasiados problemas en defensa. Eso fue aprovechado por la vertiginosidad de Mbappé por la banda, que metió en serios aprietos a la zaga rival.
No obstante, Bélgica puso el tercero en el marcador por mediación de Lukaku en el minuto 87. Sin embargo, tras consultarlo con el VAR, el colegiado decretó el milimétrico fuera de juego del delantero.
Además, la mala fortuna se cebó con los de Roberto Martínez. En el 90', Theo Hernández se encontró con un balón muerto en la frontal del área y, con toda la zaga vencida, fusiló a Courtois en el último suspiro para llevar la locura al banquillo galo.