Del baño blanco al dominio azulgrana

¿Qué ha pasado en este tiempo? El Barça estaba en plena depresión. El nuevo proyecto de Ernesto Valverde nació sin una de sus grandes estrellas, Neymar, que acababa de aceptar la multimillonaria llamada del PSG.

Aquel 1-3 en el Camp Nou seguido del 2-0 en el Bernabeu hizo dudar al barcelonismo sobre el proyecto de Valverde, que se hizo cargo del equipo en un momento muy complicado.

Pero el técnico extremeño le ha sabido dar la vuelta a la inercia del Barça. Es un entrenador intervencionista, que lee muy bien los partidos y que resulta determinante a la hora de cambiar el ritmo de los encuentros con los cambios. Valverde le ha dado otro aire a los azulgrana.

Dicen que Valverde es un técnico al que le gusta dialogar con sus futbolistas y, por lo visto por los resultados, también les convence con argumentos. Sólo así se comprende que dejara en el banquillo en un partido de Champions ante la Juventus a Leo Messi y que se viviera con naturalidad.

Su frase: "¿Qué cómo le digo a Messi que descansa? Eso lo guardo para mis memorias", pasará a la historia del barcelonismo. De perfil bajo en la sala de prensa, donde no tiene nada que ver con su predecesor en el cargo, Valverde ha tenido que luchar contra todo.

Frente a la crítica que le acusaba de que su equipo ganaba sin convencer o de cambiar el clásico e inamovible dibujo 4-3-3 con otras variantes, con lo que se interpretó que dejaba de beber de las fuentes del fútbol de toque, Valverde ha respondido con alternativas.

La realidad es otra y los resultados, para los resultadistas, le dan la razón. Los 11 puntos que el Barça tiene sobre el Real Madrid -aunque los de Zidane tienen un partido pendiente- es la diferencia más grande de los últimos tiempos. El Barça va líder e invicto, mientras que el Real Madrid genera dudas en su juego, pero también en los resultados.

El recuerdo de aquella Supercopa es el de los dos golazos anotados por Marco Asensio, en la ida y en la vuelta, y la historia de por qué el Barça dejó escapar al mallorquín cuando lo tenía fichado y permitió que el Madrid se lo llevara.

Desde el inicio del campeonato, el Real Madrid sólo ha ido por delante del Barça en la primera jornada, en la que ganó en Riazor (0-3) y el Barça lo hizo en casa pero por un gol menos al Betis (2-0).

En la siguiente, el empate en casa ante el Valencia ya le dio dos puntos de ventaja a los azulgrana. Otro empate en la tercera ante el Levante elevó a cuatro en la tercera. En la quinta, la diferencia ya era de siete puntos después de la derrota en el Bernabeu ante el Betis.

Después de 16 jornadas -15 en el caso del Madrid-, todos los números son favorables al Barça, que ha ganado 13 partidos y ha empatado tres, ha marcado 42 goles y ha encajado siete. El Madrid, en 15 partidos, ha ganado nueve, ha empatado cuatro y ha perdido dos, con 30 goles a favor y 11 en contra.

En estos cuatro meses, el Barça le ha dado la vuelta a la situación. Leo Messi es el máximo goleador del campeonato (14 goles) y Luis Suárez, después de unos partidos de duda, ya ha marcado nueve tantos.

Uno de los controvertidos fichajes del Barça, el brasileño Paulinho, es el tercer máximo realizador del equipo con seis goles, y todo ello sin Ousmane Dembélé, el multimillonario fichaje que se lesionó a mediados de septiembre.

En cuatro meses, las percepciones han cambiado en los dos bandos. Valverde convence desde que su fútbol no es comparado con el de los técnicos que le han precedido, el meta Marc André Ter Stegen está en el mejor momento de su carrera deportiva y el Barça se ha rehecho a lesiones y a aquella inercia negativa tras la marcha de Neymar.