Ha hablado mucho de la Selección en los últimos años, pero nunca sobra un momento para oírle. En ese particular formato, el ex entrenador salmantino dio un amplio repaso.
Como por ejemplo, por la decisión de dejar de llamar a Iker Casillas. "Cuando un entrenador toma decisiones, es imposible que gusten a todos. Siempre digo que a la Selección Española los jugadores deben venir de manera incondicional. Y cuando digo incondicional es que puede ser que jueguen o que no jueguen. Deben aceptar que son 23 jugadores y que si alguno no juega, no pasa nada, qué le vamos a hacer", avanzó.
Pero, como él mismo narró, "llegó un momento en el que Iker no jugó y nadie me tiene que dar lecciones a mí de lo que ha sido Iker en la selección y en el Madrid. Desde los 9 años que le he visto ir a la ciudad deportiva a entrenar, el esfuerzo que ha hecho y lo que ha supuesto para el fútbol español. Pero tomamos una decisión porque creímos que teníamos que cambiar, pero no por tener nada en contra de nadie, en absoluto", comentó.
También se refirió a Xavi Hernández y cómo lo convenció de que siguiera yendo con España cuando le trasladó su decisión de no ir más.
"Un día antes de jugar la final de Kiev (2012), me dijo que ya no se sentía muy a gusto. Yo le dije que no fuera tonto y que no se equivocase, que siguiese con nosotros. El quería haber dejado la Selección en Kiev y después del éxito yo le dije: '¿Te das cuenta como tienes que seguir con nosotros? Él era contrario a volver, pero estuvo otros dos años con nosotros y siempre nos ayudó. Ha sido uno de los héroes que hemos tenido", explicó.
Aunque Luis Aragonés le había dejado un listón muy alto y difícil de superar, Del Bosque asegura que cogió la Selección "en el mejor momento". "Cogimos la Selección en buen estado en todos los sentidos. Teníamos un estilo de juego reconocido y todas las cosas a favor. Creo que estábamos en esa inercia positiva de poder seguir ganando cosas, como así sucedió, y una magnífica plantilla. No borramos ninguna huella del pasado. Nos aprovechamos de lo que habíamos hecho hasta entonces y al mismo tiempo nosotros le dimos nuestro toque, eso es indudable", ahondó.
Además, recordó las críticas a su doble pivote en el Mundial de 2010, vertebradas a través de la rivalidad de los dos grandes de España: "Los del Madrid cuestionaban a los del Barcelona y los del Barcelona, a los del Madrid. Pero Xabi Alonso y Sergio Busquets eran indispensables para nosotros. Pensaban en el equipo, pensaban en el lateral, en los centrales, en los de delante, iniciaban el juego, construían, llegaban...".
Sobre las contaminaciones de Mourinho en ese sentido, las tildó de "muy perjudiciales y nada edificantes de lo que debe significar un jugador de la Selección". "Se tambaleó el estado de ánimo de la Selección", corroboró.