Un año y medio después, Ousmane Dembélé se encuentra en la misma rampa de salida de cuando llegó a Barcelona. En el Camp Nou aterrizó un jugador por formar, pero de unas condiciones bárbaras. De ahí la extrema inversión de un Barcelona que necesitaba un golpe de timón tras la marcha de Neymar.
Sin embargo, a día de hoy en el club comienzan a estar cansados de la actitud de Dembélé. Es una cuestión casi primordial recuperar al francés, que recibió un correctivo quedándose fuera de la lista ante el Betis. Su compatriota Lenglet quiso defenderlo, pero lo cierto es que hasta en las altas esferas han tenido que tomar cartas en el asunto.
En este sentido, 'Marca' desveló que el presidente azulgrana, Josep María Bartomeu, convocó de urgencia a su representante en la tarde del pasado lunes. Ahí estaba también Eric Abidal, secretario técnico, y el director deportivo, Pep Segura. Los tres exigieron más responsabilidad y profesionalidad a su agente, que pidió que no se filtraran más asuntos que tuvieran que ver con el ex del Borussia.
Así, el mismo medio refrendó que Dembélé solo mantiene una buena conexión con dos compatriotas, Umtiti y Lenglet. El resto del vestuario, de hecho, no encuentra razones a la apatía del joven atacante. "Está en su mundo", cuenta 'Mundo Deportivo' que se dice en el vestuario en repetidas ocasiones. Dembélé, en su tiempo libre, busca la escapatoria en los videojuegos y sus amigos de la infancia.
Tiene los defectos y virtudes de un chaval de 21 años. Alguien que debe aún madurar, y mucho. Ha logrado cambiar los hábitos alimenticios, algo que preocupaba en el Barcelona. Su adaptación está siendo lenta y parece que ni su entorno, incluido su agente, han sabido darse cuenta de que el Barça es un club diferente, como todos los grandes, al resto.
Hasta el seleccionador francés, Didier Deschamps, confirmó ante los medios que los retrasos de Dembélé son una constante. Sus excusas, también. Pese a todo, existe confianza en el Barcelona de que las cosas cambiarán y que Dembélé, no sin el esfuerzo de todos, conseguirá ser el jugador diferencial que el Barça creyó contratar.