En la última jornada de la campaña 2019-20, de una manera rocambolesca, el Dépor descendió a los infiernos del fútbol no profesional. Con su duelo frente al Fuenlabrada teniéndose que posponer por un brote de coronavirus, el resto de la fecha se llevó a cabo, certificando la pérdida de categoría del conjunto gallego con un tanto de penalti de Maikel Mesa en el minuto 90 para el Albacete en su duelo contra el Cádiz.
Un gol que dejó en nada la victoria por 2-1 del Deportivo días después y descendió a los coruñeses a la Segunda División B de cara a la temporada 2020-21. Una categoría que sufrió transformaciones meses después y pasó a ser en el curso 2021-22 una Primera RFEF de la que el Dépor ha tratado de escapar sin éxito durante estos años. Sin embargo, la insistencia de los de Riazor ha dado sus frutos.
Con su triunfo de este fin de semana frente al filial del FC Barcelona, el Dépor selló matemáticamente la primera posición de su grupo y, con ello, se aseguró el ascenso a la Segunda División, volviendo así al fútbol profesional tras cuatro campañas en la tercera categoría nacional. Un ascenso que parecía lejano en la primera mitad del curso y que se ha fraguado en pleno 2024.
De un inicio complicado a un tanto salvador
De cara a esta temporada, la directiva confió en Imanol Idiakez para llevar los mandos de la nave coruñesa, con una tripulación que combinaba la experiencia de hombres como Lucas Pérez o Mikel Balenziaga con el desparpajo de chavales como David Mella o Yeremay. Pese a la ilusión, el comienzo de liga dejó al Dépor en una situación delicada.
Tras ocho jornadas, el equipo marchaba en la 15ª posición de la tabla con tan solo 8 puntos (frutos de un solitario triunfo y cinco empates). Pese a mejorar con un par de victorias ante Sabadell o Nàstic, el Dépor seguía sin encontrar la regularidad y, después de un empate ante el filial de Osasuna, marchaba 11º con 19 puntos tras 14 jornadas, a 9 puntos de la cabeza y a 7 unidades de los puestos de 'play off'.
En esta situación, el Deportivo y su entrenador llegaron al momento clave de la temporada. Con muchas dudas sobre la continuidad del entrenador si no ganaba el siguiente partido, los gallegos se impusieron por un agónico 1-2 al Barça Atlètic gracias a un gol de Davo en el tiempo añadido. Una victoria que dio aire al banquillo y que, psicológicamente, cambió el devenir del curso
Una racha imperial
Desde ese 1-2 en el Johan Cruyff, el Dépor fue otro. Eliminado por el Tenerife en la Copa del Rey (2-3), los gallegos, hasta la certificación de su ascenso ante el propio filial del FC Barcelona, solo cayeron en uno de sus siguientes 21 partidos de 1ª RFEF, en la Jornada 19 frente a la Cultural Leonesa (1-0).
Tras ese tropiezo, los pupilos de Idiakez hilaron hasta 7 victorias consecutivas (frente a Ponferradina, Celta B, Fuenlabrada, Logroñés, Tarazona, Osasuna Promesas y Lugo) que les catapultaron a lo más alto. Precisamente, tras el último triunfo de esa racha, el Dépor asumió una primera posición que no ha soltado en el resto del torneo.
Lucas Pérez, un as en el fútbol de bronce
Aunque son varios los jugadores destacados de este logro, el ascenso del Deportivo de La Coruña a Segunda División no podría entenderse sin Lucas Pérez. 'O Neno' regresó al equipo de su vida a mitad del curso 2022-23, dejando atrás su lugar en Primera División con el Cádiz para tratar de dar una gran alegría a los aficionados coruñeses.
La campaña pasada, el fútbol fue cruel con Lucas y el Dépor en las eliminatorias por el ascenso y la mala suerte dejó en nada el buen hacer de un jugador que firmó 9 goles y 8 asistencias en tan solo 21 partidos. Unas grandes cifras que este año ha mejorado para llevar de nuevo a su Dépor al fútbol profesional.
Y es que Lucas Pérez ha formado una campaña histórica, teniendo especial relevancia su rendimiento desde el pasado mes de enero, pues los primeros meses de temporada no fueron los mejores para el natural de La Coruña. En total, hasta el duelo en Riazor frente al Barcelona B, Lucas firmó en Primera RFEF 11 dianas y 17 pases de gol, siendo de manera destacada el máximo asistente de la categoría.
Para el recuerdo quedan ya sus duelos ante Logroñés (doblete de goles y asistencias) o Lugo (gol y triplete de asistencias). Ahora, a sus 35 años (cumplirá 36 en septiembre), queda por saber si el Dépor, en su regreso a Segunda División, podrá seguir contando con un Lucas Pérez cuyo futuro está en el aire. Aunque eso ahora seguramente es secundario para el futbolista y para una afición que tienen mucho que festejar.