Deportivo Quito no ha podido superar los problemas económicos, las deudas generadas y los múltiples impagos y ha sido sancionado con un duro descenso a la tercera categoría del fútbol ecuatoriano.
El club tendrá que asumir su nueva situación para intentar resolver sus problemas con los distintos acreedores para regresar lo antes posible a la primera categoría del fútbol ecuatoriano.