Descanso y recuperación: sinónimos de resultados deportivos

Lo primero es aclarar que descanso y recuperación no son exactamente los mismo. El descanso es el período de tiempo de relajación o inactividad que tiene como objetivo la recuperación. Mientras que la recuperación es un proceso fisiológico que se produce tras una práctica deportiva, sea de competición o entrenamiento, durante el que se restablecen las reservas energéticas y el equilibro de las funciones vitales que han intervenido.
Mientras que con respecto al descanso lo más interesante es que sea lo más breve posible, la recuperación debe tener un tiempo mínimo determinado y bien planificado para que el organismo se rescupere del esfuerzo realizado y se produzca la supercompensación que llevará al deportista a incluso incremetar la forma física.
Una de las consecuencias más comunes cuando no se respetan los períodos de descanso recomendados, es el sobreentrenamiento. No es normal que aparezca en futbolistas de élite, puesto que éstos tienen una periodización de las cargas y volumenes de entrenamiento muy estrictas por parte de los especialista. Sin embargo, si puede ser una consecuencia más normal la recaída de lesiones, sobretodo musculares, por no cumplir plazos de recuperación adecuados.
Existen varias claves para una correcta recuperación tras esfuerzo físico intenso. Una de ellas es el deporte practicado. Para el caso del fútbol, cabe destacar que la resistencia aeróbica se recupera en un período de unas 10 horas, la fuerza en 24 horas y la velocidad en unas 48 horas. La alimentación y las horas de sueño son parámetros indispensables en la recuperación.
Por último, las técnicas de relajación y los estiramientos favorecen el aporte sangíneo necesario para volver a oxigenar adecuadamente la musculatura. A veces, cuando la esfuerzo ha sido muy exigente, como podría ser en un partido con prórroga, o un encuentro muy intenso, no es raro que los futbolistas recurran a técnicas auxiliares como los masajes, chorros de agua, etc.