Alemania ha ganado el Europeo Sub 21 a Portugal tras una gran final, igualada, disputada y combatida de principio a fin. Los lusos presentaron batalla hasta el último suspiro, pero Alemania controló bien el partido en su recta final y se llevó el torneo.
Portugal arrancó la final como ha estado haciendo a lo largo del torneo, tratando de imponer su juego, presionando muy arriba a su rival y buscando sus dudas. Eso, que ante otros equipos puede ser letal, no surtió el efecto esperado ante la curtida Alemania.
No hubo dudas, ni prisas, ni errores en la zaga alemana. Los germanos superaron los agobios iniciales de Portugal y pronto asumieron la iniciativa del encuentro.
Hubo llegadas en ambas áreas, pero las de Alemania fueron netamente más peligrosas que las de Portugal, incluyendo un tiro al larguero de Florian Wirtz.
Las buenas actuaciones de Diogo Costa evitaron que Alemania se fuera al descanso en ventaja, y Portugal acabó el primer tiempo como coloquialmente se dice: pidiendo la hora.
Tras el intermedio, y con una serie de cambios y ajustes en el equipo, a Portugal le cambió la cara y volvió a ser el equipo aguerrido y valiente que parecía decidido a meter en apuros a su rival.
Sin embargo, el gol fue alemán. Baku vio perfecto el desmarque de Nmecha en el área en el minuto 49, y este con el control superó a Diogo Costa y con la derecha remató al fondo de las redes el que sería el único gol del partido.
Alemania no fue capaz, sin embargo, de sentenciarlo, y sufrió hasta el final para llevarse el triunfo y, por ende, el trofeo. Porque Portugal, pese a todo, no tiró la toalla, y peleó hasta el último segundo por marcar un gol que le hubiera dado media hora más de esperanza.
Pero los cambios, aunque fueron efectivos, no bastaron para abrir brecha en la impenetrable línea defensiva alemana. Portugal se ahogó en la orilla, y Alemania se proclamó campeona de Europa Sub 21 por tercera vez en su historia. Los lusos, tercera final a la que llegan y tercera final que pierden.