Faltaban apenas cinco minutos para que terminase la goleada del Vestfossen cuando un defensa del Selbak despejó el balón fuera del campo. Tuvo la mala fortuna de estrellarse con unos cables de alta tensión que volaron por los aires.
De este modo, el choque se tuvo que parar ante el riesgo de que algún jugador de cualquiera de los dos equipos noruegos saliese herido por la descarga eléctrica. Fueron varios postes los que saltaron una vez lo hizo el primero.
Los cables de alta tensión están puestos a apenas unos metros del campo del Selbak. Una situación que podía haber sido mucho más peligrosa de no ser por la rápida reacción de los jugadores.
8 de octubre de 2018