La escena ocurrió en el pasillo después de salir del césped, en el Tottenham-Olympiacos. Son quiso saludar a su entrenador con un apretón de manos y un abrazo, pero se quedó varios segundos perplejo.
Mourinho, en un alarde de despiste, chocó las manos con Gazzaniga para felicitarle por su partido. Fue ahí la primera vez que Son intentó saludar al que es ahora su técnico en el Tottenham.
No fue a la segunda tampoco cuando el jugador coreano estuvo con Mourinho, pues el entrenador le dio la mano a Wings. Justo cuando el portugués se iba a ir, un miembro de su 'staff' le situó en la escena.
Fue entonces cuando Son por fin pudo abrazarse con su técnico. Y es que el máximo goleador de la Champions para el Tottenham se rio y saludó efusivamente a Mourinho.
30 de noviembre de 2019