Cuando la final de la Copa Libertadores entre Palmeiras y Flamengo estaba a punto de concluir, Deyverson estaba discutiendo con el colegiado por un lance del partido. Se dio la vuelta, el árbitro le tocó la espalda... y él se dejó caer como si le hubieran propinado un golpe contundente. Llamó mucho la atención por esta llamativa acción y la explicó en 'Globo TV'.
"Lo hice para ganar un poco de tiempo, para respirar, para que mis compañeros respirasen. Pensé: 'Voy a hacer una de las de Deyverson', una caidita. Creí que me había tocado un jugador de Flamengo, no sabía que era el árbitro. Me pidió disculpas y gané unos segundos para respirar", afirmó.
La sinceridad del futbolista fue de lo más curiosa para los seguidores, que apremiaron para comentar en las redes sociales su relato de la historia. Ya se había ganado infinidad de elogios porque de sus botas nació el tanto con el que los suyos se alzaron con la gloria y zanjaron al fin su mala racha contra el 'Mengao'.
De hecho, los medios de comunicación brasileños inundaron de loas sus artículos de la resaca de la Libertadores. El tricampeonato de Palmeiras vio a Deyverson vestir su elástica como si de una clámide se tratara y periodistas de toda la geografía nacional le arrojaron calificativos positivos como "héroe improbable".