El PSG se adelantó muy pronto, pero no logró plasmar su dominio abrumador en una mayor ventaja. Pero entonces, cuando el Saint-Étienne mejor estaba, 'les Verts' se quedaron con diez.
Eso fue su sentencia, porque el PSG no perdona a un rival herido. La fantasía de su cuarteto ofensivo no tardó en generar aún más peligro, y solo necesitó diez minutos en terminar de destruir a su rival.
Ocurrió en el minuto 40. Conducía Di María cuando vio el desmarque a la espalda de la defensa de Neymar. Aguantó, aguantó, y cuando la zaga se había olvidado de su compañero, lo soltó.
Para él fue el balón, raso pero tenso, con el que sorprendió a sus rivales. Neymar logró mantenerse en posición legal, y recibió sin cometer infracción.
Neymar lo enganchó dentro del área y con una sutil vaselina de primeras superó la salida desesperada de Moulin, ajustando el balón al palo para duplicar la ventaja parisina.
January 8, 2020