En el último encuentro de los blancos en el Santiago Bernabéu, los jugadores dieron una sensación distinta a la de las últimas semanas. El esquema de Zinedine Zidane funcionó y, aunque hubo muchas dificultades en la segunda mitad, el resultado fue de victoria.
Pero hubo varias cruces en el choque. Una de ellas fue no haber sentenciado el encuentro antes, pero la más preocupante reside en la perla del club: Vinicius. El jugador lleva sin marcar 223 días -y subiendo- y su falta de gol empieza a preocupar en la capital.
Llegó a mandar la pelota a la red en el enfrentamiento anteriormente mencionado, pero el colegiado lo anuló. El VAR revisó el fuera de juego de James, que fue su asistente, e invalidó la jugada. Ello aumenta la presión sobre el delantero procedente de Flamengo.
Eso sí, asistió, así que su aporte ofensivo no cayó en saco roto. El problema radica en que se espera que él mismo sea capaz de generar dianas clave, pues su propio entrenador dejó claro en una rueda de prensa que hay muchas esperanzas puestas en él.
Si se revisan los datos, es evidente que el brasilero tiene un problema: hace 223 días que no marca; lo hizo en un compromiso de Liga contra el Alavés de la jornada 22 de la pasada campaña. Desde entonces, ha llegado a dar tres asistencias, una de ellas en International Champions Cup, otra en Primera y otra en campeonato continental.
Su otro pase clave, dicho sea de paso, fue en el duelo contra el Ajax en los octavos de la Champions League, así que fue de mucha importancia. Pero lo que preocupa al madridismo en estas semanas es el presente del equipo y el delantero no está logrando despejar dudas.
El próximo evento de los de Zidane será en la máxima competición europea frente al PSG. Los franceses llegaron a interesarse en los servicios de Vinicius, pero él tratará de ser su verdugo para demostrar tanto a sus compañeros como a su técnico que sí, que es el futuro.