El Villarreal dirá adiós al 2021 un poco más cerca de los puestos de Europa y con la moral por las nubes tras su abultada victoria ante el Alavés y con tres triunfos consecutivos. El equipo de Javi Calleja no pudo hacer realidad el deseo de salir del descenso y tendrá que seguir remando.
Y eso que lo intentó por todos los medios, tiró de fe, de casta y de orgullo para igualar el choque cuando iba por detrás con dos goles en contra, pero la pegada del Villarreal se impuso y, sobre todo, gracias a un Dia iluminado. Llevaba un gol en su cuenta hasta este martes.
La Cerámica bajó el telón con siete goles. Chukwueze comenzó avisando del diluvio que estaba por llegar hasta que Parejo y Gerard Moreno se inventaron una maravillosa jugada al primer toque. Dos taconazos y el delantero, que ha vuelto de diez, la puso en la escuadra.
No había pasado ni media hora cuando cuando el Villarreal colocó el segundo para su tranquilidad. Pared entre Trigueros y Boulaye Dia. El delantero se quedó solo en el interior del área y la cruzó con un disparo con la diestra y con el interior de la bota.
El tercero pudo llegar, si bien el árbitro anuló por un claro fuera de juego de Chukwueze. Al borde del descanso, el Alavés se metió en el partido porque la suerte le sonrió a Pere Pons con un rechace que cazó con la zurda.
El 'submarino amarillo' no se esperaba un empate del Alavés hasta que lo sintió en sus carnes. Pau Torres tuvo uno de los errores de su carrera al regalarle el balón a Joselu en un saque de falta. El delantero, al primer toco, solo tuvo que enviar el balón a la red porque también pilló descolocado a Rulli.
Cuando todo parecía cuesta arriba para el Villarreal y cuesta abajo para el Alavés, Dia devolvió al conjunto 'babazorro' a su sitio. El atacante se metió en el área al aprovechar un pase de Parejo y la puso a dormir con otro disparo raso y pegado a la cepa del poste.
Sin parpadear, Yéremi Pino se apoyó en Dia para subir el cuarto al luminoso y devolver la diferencia de dos, ya imposible de salvar. Gerard Moreno se encargó de cerrar la goleada en una tarde de jolgorio para el Villarreal y triste para un trabajador Alavés.