A sus 43 años, Abreu ha vivido tantas experiencias en el mundo del fútbol que no quizá no cabría ni en un libro de historia.
En una charla a través de Instagram con la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), el actual jugador y entrenador del Boston River, recordó los momentos más importantes de su carrera.
En la cabeza, el Mundial de 2010 en Sudáfrica. "Llegamos con confianza, pero con incertidumbre. Fuimos los últimos en clasificar, entramos por la puerta de atrás, no habíamos generado una regularidad. Llegábamos con la preocupación de competir", dijo el que jugaba con el número '13'.
Recordó que con los resultados en la fase de grupos vieron que estaban bien y en las siguientes instancias tuvieron la ventaja de medirse con rivales de menor historia.
"Había una energía muy buena porque nos dábamos cuenta de que Uruguay estaba pasando, ganando, consolidando una forma. No era un gol sobre la hora y sufriendo. Eso iba generando ilusiones a la gente, a la familia y a nosotros", sostuvo.
Pese a las expectativas que avanzaban y a la alegría generalizada, el delantero y entrenador también enfatizó la concentración que aquel grupo tuvo con jugadores de la talla de Diego Godín, Diego Forlán, Luis Suárez y Edinson Cavani.
El partido de cuartos de final, aquel 2 de julio ante Ghana fue emotivo. Igualdad en los noventa minutos, tiempo extra, una expulsión en el minuto 120 de Suárez por detener con la mano el balón en su propia área, y un penal que se estrelló en el travesaño.
Todo este clima, que pareciera un guion de película, fue ideal para que Abreu entendiera que era su momento de brillar y marcar la historia en la tanda de penaltis con "la especialidad de la casa".
"No había dudas porque hubo un sinfín de hechos en los días previos que me iban marcando de que era el momento que uno había visualizado. Se fallaron tres penaltis-dos de Ghana y uno de Uruguay- y cuando va pasando todo eso dije: listo, es el momento. Ahí fue que entendí que picarla era lo correcto para poder hacer el gol", explicó.
Con esa victoria, Abreu quedó en la historia de los mundiales y él mismo subraya que su vida cambió, pese a su larga trayectoria, ya que cada vez que un penalti se patee de esta forma lo recordarán a él y su gol quedará en cada resumen de jugadas destacadas de esta competición.
Además de aquel partido, el delantero también recordó el festejo de los uruguayos cuando retornaron al país. Miles de personas en la Plaza Independencia cantando, agradeciendo y reconociendo el esfuerzo de sus futbolistas pese a no tener colgada la medalla de campeones. La 'Celeste' terminó en el cuarto puesto.
"Nunca más voy a poder vivir algo así de esa manera tan efusiva, emocionante, trasmitir desde la sinceridad el cariño, afecto, la sinceridad", concluyó.