Greg Clarke, hasta este martes presidente de la FA (Asociación de Fútbol de Inglaterra), dimitió de su cargo tras pedir perdón por un comentario racista.
Durante una conferencia organizada por el ministerio de Deportes, Clarke fue preguntado por la dificultad de los futbolistas homosexuales para declararlo públicamente viendo el acoso en redes sociales que sufren los jugadores negros.
"Si veo lo que le pasa a las jugadoras y a los futbolistas de color y los insultos que reciben en redes sociales... parece que en las redes hay vía libre", dijo Clarke, al que rápidamente pidieron que se disculpara.
Sus palabras, aparentemente inocuas en castellano, causaron un gran revuelo entre sus interlocutores, pues el adjetivo "colored", en inglés británico, resulta anacrónico y profundamente ofensivo.
"Me siento profundamente arrepentido. A veces me equivoco con mis palabras", dijo Clarke, quien horas más tarde presentó su dimisión a través de un comunicado distribuido por la FA.
Clarke se excuso explicando que había sido un problema derivado del largo tiempo que trabajó en Estados Unidos, donde esa palabra no tiene las connotaciones tan negativas que ha adquirido al otro lado del Atlántico.
"Podemos confirmar que Greg Clarke ha dimitido de su cargo de presidente. Peter McCormick asumirá el trabajo de presidente interino con efecto inmediato y la junta de la FA comenzará a trabajar en encontrar un sustituto", anunció ese organismo.
Clarke manifestó que sus palabras fueron "inaceptables" y una "vergüenza" para el deporte y para todos aquellos que lo practican.
"Estoy muy arrepentido de haber ofendido a todas esas comunidades por las que tanto yo como otros hemos trabajado tanto en integrar", añadió el ya expresidente de la FA.