Fue en la primera jugada cuando el balón llegó a sus pies. Sólo se vieron tres pases hasta que Piqué recibió la pelota gracias a un pase de Sergio Ramos... y el Bernabéu le recibió con una sonora pitada.
En las siguientes jugadas, cada vez que el jugador del Barcelona participaba en el juego, volvía a ocurrir lo mismo. El central fue abucheado continuamente por un público al que parece no importarle faltar al respeto a una de sus piezas clave de la última década.
Eso sí, un sector del Bernabéu sí apoyó al central, virtiendo gritos de "Piqué, Piqué" tras los primeros pitos recibidos por el central.