Y es que el astro sueco deleitó a todos los espectadores con un auténtico golazo de falta en el que emuló a todo un genio en el arte de los libres directos como Ronaldinho.
Ibrahimovic, desde una posición muy lejana, armó con potencia un disparo raso que pasó bajo la barrera y sorprendió al guardameta local, que no pudo hacer nada para evitar el segundo tanto de Zlatan.
1 de julio de 2018