Donde dije Diego, digo Diego

Pocos entrenadores en el fútbol de élite actual son tan venerados por sus aficionados como Diego Martínez en el Granada y Diego Simeone en el Atlético, adiestradores que han sido capaces de alcanzar la vitola de líderes con un discurso creíble que ha sido seguido a pies juntillas por los suyos y que ha ido acompañado, como no, de resultados.

No hay partido del Atlético en el Wanda Metropolitano, antes también ocurría en el Vicente Calderón, en que no se coree desde la grada el nombre del Cholo, igual que no hay encuentro casi desde su llegada hace año y medio en que no se cante en el Nuevo Los Cármenes el nombre del técnico gallego, que ha sido capaz de convertir a su Granada en un equipo fiable y con muchas características similares al colchonero.

Como ocurre con el Atlético desde que llegó Simeone a su banquillo, la base del Granada de Diego Martínez es su fortaleza defensiva, que le permitió ascender desde Segunda siendo el equipo menos goleado y estar firmando los mejores números de su historia en la máxima categoría.

El resultado más repetido por ambos equipos con 'los Diegos' en sus banquillos es el 1-0, con una capacidad admirable para saber administrar las rentas cortas una vez que se ponen por delante en el marcador.

Martínez, que como el argentino tiene pasado sevillista, aunque el primero como entrenador y el segundo como jugador, es 'muy Simeone' en el banquillo: siempre encima de sus jugadores, gesticulante, efusivo en las celebraciones y repetitivo en la acción de levantar a los aficionados de sus asientos cuando se acerca el final del partido y tiene que apretar hasta el acomodador.

Si el Cholo será recordado siempre por ese "partido a partido" que tan bien le ha funcionado casi siempre, el Granada y su entrenador optaron la pasada campaña por el "pasito a pasito", que preside sus discursos y que se entiende como una de las claves del éxito granadinista.

Diego Martínez acaba de renovar una temporada más con el Granada, hasta junio de 2021, por lo que aún le falta bastante para alcanzar los ocho años que Simeone cumplirá este próximo mes de diciembre al frente del Atlético de Madrid.

En el tiempo que los dos llevan al frente de sus formaciones han logrado convertirlas en conjuntos reconocibles, con identidad, que saben a lo que juegan y en los que palabras como equipo, esfuerzo, presente o solidaridad están por encima de todo.

El gallego, que en unos días cumplirá 39 años, es una década más joven que el argentino, que ya ha soplado las 49 velas, un colega con el que presenta muchas similitudes y, ante todo, con el que comparte una capacidad de liderazgo dentro y fuera del vestuario que otros muchos preparadores quisieran tener.

Este sábado se verán las caras por primera vez en el Nuevo Los Cármenes los estandartes de las dos escuadras rojiblancas. Granada contra Atlético, los de las rayas horizontales ante los de las franjas verticales, Martínez frente a Simeone, Diego contra Diego.