Rodrygo lleva dos años en ascenso. Como un cohete. Cumpliendo sueños y echando puertas abajo. El 9 de abril de 2018, en su país natal, Brasil, se presentaba al mundo como el jugador revelación del Paulista de la mano de Santos. Era una advertencia: iba a conquistar el mundo.
Obviamente, todavía no lo ha logrado, pues tiene tan solo 19 años, pero va por buen camino. Todo han sido buenas noticias desde que levantó aquel premio. Siguió en boca de todos y firmó por el Real Madrid, donde ha tardado más bien poco en colarse en el primer plantel.
La clave está en la confianza que Zidane tiene en él. Acumula, esta temporada, 18 encuentros de los que ha salido como titular en once. Suma siete tantos y una asistencia; es decir, que sale casi a medio gol por aparición. Esto es clave para garantizarse un futuro de éxito.
Y no está solo en esta misión. Tiene a un compatriota a su lado: Vinicius. La rivalidad sana entre estos dos jóvenes por colmar el futuro de la escaudra 'merengue', aparte de ser uno de los entretenimientos de la Liga Española, les ayuda a seguir creciendo.