El Lokomotiv de Moscú celebró la Copa Rusa ante las narices del Ural en 2017. El 2-0 con el que acabó el partido dejó a los de los Urales con el gusto del triunfo en los labios, pero sin poder saborearlo.
El equipo regresó a la élite en 2013 tras 16 años vagando por la Segunda y Tercera del fútbol ruso. Desde su vuelta, sólo un año estuvo tranquilo en la tabla, lidiando el resto con el descenso y rozándolo desde muy cerca en algunos de esos años.
La situación es totalmente contraria a la del Lokomotiv. El club se proclamó campeón de Liga el pasado año, sumando tres títulos ligueros a sus vitrinas. Además, cuenta con siete copas, por lo que intentará sumar la 'Octava' para una entidad que, desde la refundación de la Premier League Rusa en 1992, nunca ha faltado en la máxima categoría.
Ahora, el Ural quiere quitarse el traje de luto que acostumbra a llevar en el torneo doméstico y ponerse la ropa de las mejores galas. Y es que, después de oler el aroma del jamón en 2017 y tras tanto pan, ahora quieren echárselo a la boca ante todo un 'coco' del fútbol ruso.