Vuelve el fútbol de clubes tras el parón de selecciones, y vuelve con acciones feas en Francia. Los primeros compases del duelo de Ligue 1 entre el Nîmes y el PSG se saldaron con una lesión en el conjunto de la capital y una patada a la cadera en el local.
Paredes, a los diez minutos de comenzar el duelo, se llevó la mano al muslo. Tenía problemas musculares y no podía seguir en el campo. Tuchel reaccionó rápido e introdujo a Ander Herrera, que, muy poco antes del choque, había salido de la cuarentena porque estuvo con COVID-19.
Pero el entrenador estuvo cerca de tener que hacer otro cambio. Rafinha, en su estreno en el conjunto parisino, recibió una bienvenida algo dura. Landre fue con todo a pelear por una pelota a media altura y le clavó los tacos a la altura de la cadera.
El colegiado no lo dudó y le saco la cartulina roja directamente. El defensa se quejó de que él había ido a por el balón, aunque, ciertamente, se llevó por delante al ex del Barcelona con mucha contundencia de paso. De ahí que tuviera que irse a las duchas.