Es insustituible. Literal y figuradamente. Porque ahora mismo el Madrid no tiene con quien suplir a Casemiro. Su recambio natural era Llorente, pero no entraba en los esquemas de Zidane. El puesto lo heredó Fede Valverde, pero está lesionado.
El partido ante el Levante fue clarificador. Sin Casemiro, el Madrid se pierde, se atasca y deja de ser el rival temible que es con el brasileño en el campo.
Lo que se pregunta el madridismo en estos momentos es qué ocurrirá cuando falte Casemiro. Si el Levante en el Bernabéu puso contra las cuerdas al Madrid, ¿qué ocurrirá si Casemiro falta en París o Sevilla?
Al Real Madrid le esperan dos salidas más que exigentes esta semana, y con Casemiro arrastrando la fatiga del parón internacional, los blancos pueden pagar las consecuencias de no tener un recambio fiable para su mediocentro.