Douglas Costa, con el último partido de la temporada de la Liga Brasileña por delante, solicitó a Gremio quedar liberado de cara al envite para poder celebrar una fiesta con motivo de su boda con Nathalia Feix. Su unión se produjo en junio, en la República Dominicana, y, como explica Anselmo Gois, de 'O Globo', ha tenido que posponerse.
El futbolista, por lo que parece en sus redes sociales, está bastante enfadado porque la directiva, como era de esperar, ha rechazado su petición. Es fácil discernir su disgusto en que ha borrado todas sus fotografías con la camiseta del equipo y hasta suprimido los distintivos de sus perfiles que designaban que formaba parte de la escuadra. En otras palabras, ha quitado toda frase que dijera "jugador de Gremio" o similares.
El duelo clave en concreto es el choque con Atlético Mineiro en que el conjunto parte con 40 puntos como 18º clasificado. Sin depender de sí mismo, el plantel ha de cosechar los tres puntos y esperar a que sus rivales directos, Bahía y Juventude, pierdan. Perder la categoría comportaría un mazazo enorme a su proyecto.
El malestar entre Douglas Costa y Gremio podría encontrar sus consecuencias en enero, cuando se abre el mercado de fichajes. Habrá que comprobar si la relación entre ambas partes se ha erosionado tanto como para que una hipotética recuperación de la cesión por parte de la Juventus pueda estar sobre la mesa.