El altercado que tuvo Danny Drinkwater el pasado fin de semana en un pub en Mánchester va a traer cola. Aunque el jugador, a quien acusaron de intentar quitarle la pareja a otro futbolista, parece que se ha librado de una sanción por parte de su club, no ha salido indemne del asalto.
Porque la paliza que le propinaron al menos seis individuos aquel sábado por la noche le ha dejado secuelas. Según la 'BBC', el centrocampista del Burnley estará al menos dos semanas de baja.
Al parecer, en la pelea sufrió una lesión en los ligamentos del tobillo, algo que cuadra en cierta medida con las amenazas proferidas por sus agresores, quienes abogaban por "partirle las piernas".
El Burnley está tratando que todo el incidente se mantenga en la medida de lo posible dentro del ámbito privado del futbolista, y que no se forme un escándalo al respecto.