Dar un pase adelante, eso es lo que necesita el equipo dirigido por Simone Inzagui. Tras varias temporadas a la expectativa, quedándose a las puertas de un premio mayor, el conjunto 'laziale' quiere que este sea su año. Y mimbres tiene para ello.
Enfrente y como anfitrión, el Atalanta, que no pondrá nada barata su derrota en el Atleti Azurri. Los de Gasperini mantienen un trayectoria irregular, pero que hace aún más peligrosa su imagen de lobo con piel de cordero.
Tras 15 partidos, los de Bérgamo acumulan las mismas victorias que derrotas (seis) y tres empates. El Nápoles, segundo en la tabla y al acecho de una inalcanzable Juve, fueron los últimos en arrebatarles una victoria en casa.
Si la Lazio quiere seguir ascendiendo, su inspiración debería estar en pensar como el conjunto sureño. Los de Inzagui son quintos, a un punto de un Milan que disputará su partido el martes en Bolonia.
'Le Aquile' tiene las condiciones, pero la mala racha en la que están inmersos refleja un bache de fútbol y confianza en pleno 'tourmalet'.
En Liga han empatado los últimos cuatro partidos, mientras que perdieron los dos últimos compromisos europeos a pesar de lograr la clasificación para la siguiente ronda de la competición. Dos situaciones que demuestran lo poco que necesitan los romanos para sacar provecho de leves aspectos durante la temporada.